Escritos de Haruki Murakami

No era mi brazo lo que ella buscaba sino el brazo de alguien, no era mi calor lo que ella buscaba sino el calor de alguien. Entonces sentí algo rayano en la culpabilidad al ser yo ese alguien.”


A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir cruzándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí sólo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo. Imagínate una tormenta como ésta. 

Todo pasa. Nadie tiene algo para siempre. Así es como tenemos que vivir. 

Cada uno de nosotros sigue perdiendo algo muy preciado –dice cuando el teléfono deja de sonar-. Oportunidades importantes, posibilidades, sentimientos que no podrán recuperarse jamás. Esto es parte de lo que significa estar vivo. Pero dentro de nuestra cabeza, porque creo que ahí es donde debe estar, hay un pequeño cuarto donde vamos dejando todo esto en forma de recuerdos. 

Hasta ahora he vivido haciendo sencillamente lo que me gusta y como me gusta. Y nunca, aunque la gente me intentase refrenar o aunque recibiera críticas malintencionadas, nunca he variado mi forma de actuar. Alguien así, ¿que más puede pedir?

Si no quieres acabar en un manicomio, abre tu corazón y abandónate al curso natural de la vida.

«Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazon en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabe?, son una fuente de infelicidad...».

«La gente lo llama amor».

«A mi parecer, ciertos sistemas de pensamento son tan parciales y tan simples que se vuelven irrebatibles».

«Cuando ves a alguien que vale, debes pagar sin vacilar y darle una oportunidad».


-Eres muy bonita,Midori
-¿cuanto?
-Tan bonita como  para hacer que las montañas se derrumban y el mar se seque

La cabeza en las nubes , los bolsillos llenos de sueños

Todo pasa. Nadie tiene algo para siempre. Así es como tenemos que vivir.
¿Sabe usted cual es el mas intenso de los odios? Aquel que se siente por alguien que ves que alcanza sin el menor esfuerzo lo que tu eres incapaz de alcanzar pese a desearlo con toda tu alma. Cuando te ves obligado a chuparte el dedo viendo como otro, por su cara bonita, acccede a un mundo al que no puedes acceder ni en sueños. Y cuando mas cerca tengas a esa persona, mas intenso sera el odio».
«Siempre es mejor que la gente hable cara a cara, con el corazon en la mano. De lo contrario acaban surgiendo malentendidos. Y los malentendidos, ¿Sabe?, son una fuente de infelicidad….
Por eso ahora estoy escribiendo. Soy de ese tipo de personas que no acaban de comprender las cosas hasta que las ponen por escrito.
Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a perder o a ganar. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones.
Lo que para una persona puede ser una distancia prudencial, para otra puede ser un abismo.

Lo que nos traerá el mañana sólo lo sabremos cuando llegue ese mañana.
Lo que nos hace personas normales es saber que no somos normales.
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto mas grave es la herida que le infligimos, mas grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
¿Acaso no existe en mi cuerpo una especie de limbo de la memoria donde todos los recuerdos cruciales van acumulándose y convirtiéndose en lodo?.
El viento que sopla por encima del río es tan frío y punzante como una guadaña recién afilada.
El destino es algo que se debe mirar volviendose hacia atras, no algo que deba saberse de antemano
Algún día la muerte nos tomará de la mano. Pero hasta el día en que nos atrape nos veremos libres de ella”. Yo pensaba así. Me parecía un razonamiento lógico. La vida está en la orilla; la muerte, en la otra. Nosotros estamos aquí, y no allí.
Cuando se tiene que esperar, se tiene que esperar.
Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿sabes que pasa?, que acaba por no saber incluso lo que quiere
Detesto a mucha gente y mucha gente me detesta a a mi , pero también hay personas que me gustan, me gustan mucho. y no tiene nada que ver con que me correspondan. Yo vivo así. No quiero ir a ninguna parte. No necesito la inmortalidad.
Las cosas que se pueden comprar con dinero es mejor comprarlas sin pensar demasiado si ganas o pierdes. Es mejor ahorrar las energías para aquellas cosas que no pueden comprarse con dinero.
La vida viene a ser eso, ¿no? ¿Acaso no estamos atrapados en un lugar oscuro y nos van quitando la comida y la bebida y nos vamos muriendo despacio, gradualmente?.

La muerte no existe en contraposición a la vida sino como parte de ella.
El olor de la hierba, el viento gélido, las crestas de las montañas, el ladrido de un perro. Esto es lo primero que recuerdo. Con tanta nitidez que tengo la impresión de que si alargara la mano, podría ubicarlos, uno tras otro, con la punta del dedo. Pero este paisaje está desierto. No hay nadie. No está Naoko.

En la vida, todo es una metáfora.
En este mundo, nada hay tan cruel como la desolación de no desear nada.
En el mundo hay cosas que es mejor no saber.
En una caja de galletas hay muchas clases distintas de galletas. Algunas te gustan y otras no. Al principio te comes las que te gustan y al final sólo quedan las que no te gustan. Pues yo cuando lo estoy pasando mal, siempre pienso: Tengo que acabar con esto cuando antes y ya vendrán tiempos mejores. Porque la vida es como una caja de galletas.
Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar; por más que las guardes, lo que no tiene que quedar desaparece.

Pero, a fin de cuentas,¿quién puede decir lo que es mejor? No te reprimas por nadie y, cuando la felicidad llame a tu puerta, aprovecha la ocasión y sé feliz.
No tengo nada aparte de alma.
Me lleva tiempo evocar su rostro. Y conforme vayan pasando los años, más tiempo me llevará. Es triste, pero cierto. Al principio era capaz de recordarla en cinco segundos, luego éstos se convirtieron en diez, en treinta segundos, en un minuto. El tiempo fue alargándose paulatinamente, igual que las sombras en el crepúsculo. Puede que pronto su rostro desaparezca absorbido por las tinieblas de la noche. Sí, es cierto. Mi memoria se está distanciando del lugar donde se hallaba Naoko. De la misma forma que se está distanciando del lugar donde estaba mi yo de entonces.
Muy parecido. Tan distinto como desayunar tarde o almorzar temprano. Comes lo mismo, a la misma hora, sólo difiere la manera de llamarlo

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